Durante el embarazo los cambios que atraviesa nuestro cuerpo
son muchos, la piel es la parte donde más se nota el desborde de hormonas
típico en esta etapa ya que aumenta la producción de melanina, lo que hace que
algunas partes de nuestro cuerpo se vean más oscuras de lo normal. Las axilas,
codos, rodillas, cuello, entrepierna y vientre son lugares donde es más notable el cambio; estas manchas
bajan su intensidad días después de dar a luz, aunque su desaparición
normalmente se ve después de algunos meses. Algunas embarazadas notan un
oscurecimiento alrededor de los ojos, nariz y mejillas, esto se llama cloasma o como se conoce popularmente
“mascara de embarazo”, estas manchas no son dañinas y desaparecen meses después
del parto, aunque en algunos casos pueden quedar rastros de ellas.
No te asustes por estos cambios ni por el tiempo que lleva
volver a la normalidad, todos son reversibles, solo dale un poco de tiempo a tu
cuerpo para que se reponga de esos nueve meses extenuantes y ayúdale un poco
con estos consejos:
Antes, durante y después del embarazo usa bloqueador solar
con SPF ( factor de protección solar) y evita exponerte mucho al sol.
Algo que recomiendo es el aceite de almendras, aplícalo dos
veces al día en todo el cuerpo, deja tu piel suave y ayuda a prevenir las
molestas estrías.
Después del baño coge un pedazo de algodón, úntalo con
aceite, puede ser de bebés, y pásalo por tu vientre y entrepiernas, esto no
retirara por completo la mancha oscura pero verás como retira la mugre que se
acumuló en esas partes por el estiramiento de la piel.
La belleza empieza desde adentro, bebe abundante liquido, si
no eres amante al agua intenta darle un sabor diferente; algo que yo tomé en
mis embarazos y pospartos fue agua de panela (también conocida como raspadura, piloncillo,
papelón) fría con limón, es deliciosa y económica aunque tenía la precaución de
no hacerla muy dulce pues aunque es un endulzante natural debe tomarse con moderación.
Evita tomar bebidas gaseosas, su alto contenido de azúcar es
perjudicial para ti y tú bebe.
Recuerda que en la constancia está la clave del éxito.